A medida que algunas partes del país experimentan un cambio de temperatura, muchas zonas siguen enfrentándose a un clima cálido, con temperaturas que alcanzan los 40-45 grados centígrados. Es notable la creciente dependencia de los acondicionadores de aire (AC) para combatir el intenso calor. Sin embargo, el uso prolongado de AC puede tener varios efectos adversos sobre la salud.
Los acondicionadores de aire reducen tanto el calor como la humedad, aliviando el clima abrasador y la sudoración excesiva. Sin embargo, el uso excesivo puede provocar la pérdida de humedad de la piel, el cabello, la nariz y la garganta. Esta sequedad afecta a las membranas mucosas, reduciendo su capacidad protectora frente a bacterias y virus. Pasar mucho tiempo en espacios con aire acondicionado puede provocar enfermedades como resfriados, tos y una menor inmunidad.
Además, pasar largas horas en salas con aire acondicionado puede provocar letargo y deshidratación. Los descansos regulares del uso del aire acondicionado pueden ayudar a evitar que el aire se seque excesivamente.
Ojos secos, letargo, deshidratación, piel seca o con picazón, dolores de cabeza, problemas respiratoriosalergias y asma, contaminación acústica, enfermedades infecciosas y contaminantes interiores se encuentran entre los problemas de salud comunes asociados con la exposición prolongada al aire acondicionado.
Según el Dr. Dharmesh Patel, neumólogo consultor del Hospital General Bhaial Amin, Vadodara, Gujarat, “los sistemas de aire acondicionado que no cuentan con un buen mantenimiento representan un peligro para la salud de las personas que permanecen largas horas bajo condiciones de aire acondicionado. Las quejas de los pacientes sugieren que existe un problema de dificultad para respirar en la mayoría de los pacientes durante varios minutos después de entrar en el interior, y/o estornudar minutos después de entrar en el interior, y sólo se alivia después de salir. Esto es evidencia de que permanecer en interiores con aire acondicionado, en presencia de otros alérgenos en el aire, puede afectar la salud respiratoria de una persona. Es necesario mantener tanto el sistema de aire acondicionado como los alrededores para mejorar el bienestar”.
El uso prolongado de aire acondicionado puede provocar:
Piel Seca: La reducción de la humedad en el aire puede hacer que la piel se sienta escamosa y con picazón.
Ojos secos: aquellos con problemas de ojo seco existentes pueden experimentar un empeoramiento de los síntomas.
Disminución de la producción de grasa: una menor sudoración puede provocar una piel opaca y deshidratada.
Trastornos de la piel: afecciones como eczema, rosácea y psoriasis pueden empeorar.
Envejecimiento prematuro: la piel seca pierde elasticidad, lo que provoca arrugas tempranas.
Daño al cabello: Los aceites naturales que protegen el cabello se eliminan, lo que hace que el cabello se vuelva quebradizo.
Alergias e infecciones: Los sistemas de aire acondicionado pueden propagar alérgenos como polvo, polen y moho, lo que provoca erupciones cutáneas y alergias.
Además, la deshidratación es más común en habitaciones con aire acondicionado. Mantenerse hidratado y tomar descansos regulares del uso del aire acondicionado es esencial para mantener la piel y los ojos sanos.
La eliminación de contaminantes y contaminación en las unidades de aire acondicionado es muy necesaria para evitar casos de enfermedades respiratorias. Se debe intentar evitar la acumulación de filtros y suciedad en los componentes, ya que esto reduce la eficiencia y supone riesgos para la salud. Además, se debe dar mantenimiento a las salidas de descarga de agua para garantizar que no haya humedad en el aire acondicionado ni en las paredes, lo que favorece la formación de hongos que impactan negativamente en los pulmones.
