WASHINGTON: Mientras una campaña electoral estadounidense muy disputada entra en su recta final, los investigadores de desinformación han dado la alarma sobre las amenazas planteadas por la IA y la influencia extranjera, pero los votantes parecen más preocupados por las falsedades de una fuente más familiar: los políticos.
Estados Unidos está luchando contra una fuente de desinformación antes de la votación del 5 de noviembre: desde sitios de “noticias” falsas que, según los investigadores, fueron creados por actores rusos e iraníes, hasta imágenes manipuladas generadas por herramientas de inteligencia artificial que han desdibujado los límites entre la realidad y la ficción.
Sin embargo, lo más preocupante para los votantes es la difusión de información errónea a la antigua usanza, a través de políticos que siembran falsedades, y los investigadores dicen que casi no enfrentan consecuencias legales por distorsionar la verdad.
“Creo que cuando hagamos una autopsia en 2024, la desinformación más viral habrá emanado de los políticos o habrá sido amplificada por los políticos”, dijo Joshua Tucker, codirector del Centro de Política y Medios Sociales de la Universidad de Nueva York. AFP.
En una encuesta publicada la semana pasada por axiosel 51% de los estadounidenses identificó a los políticos que difunden falsedades como su principal preocupación en materia de desinformación.
Otro 35% mencionó que “las empresas de redes sociales no logran detener la desinformación” y que “la IA se utiliza para engañar a la gente”.
Alrededor del 30% expresó preocupación por que los gobiernos extranjeros difundan información errónea.