El Príncipe Harry ha estado últimamente en un torbellino de compromisos en solitario, sumergiéndose en diversas iniciativas y empresas.
Su apretada agenda lo llevó recientemente a Nueva York para la Semana del Clima, donde se cruzó con su prima, la princesa Beatriz, antes de regresar a Londres.
Mientras estaba en Londres, el duque de Sussex hizo una breve aparición en los premios WellChild Awards, un evento dedicado a celebrar la increíble resiliencia de los niños gravemente enfermos del Reino Unido.
Aunque no se reunió con ningún otro miembro de la familia real durante su visita, el príncipe recibió sinceros obsequios de dos jóvenes asistentes: corazones de cristal que representan a su familia.
Le obsequiaron un corazón azul para él, uno morado para Meghan, uno verde para Archie y uno amarillo para Lilibet.
En un momento conmovedor, Harry expresó que estos regalos, llenos de amor, servirían como un hermoso recordatorio de su “encantadora esposa”.
Ha mantenido una agenda ocupada, haciendo apariciones públicas en solitario mientras su esposa Meghan Markle permanece en su casa en Montecito, California, con sus dos hijos.
Después de una breve visita a Londres, el duque de Sussex se dirigió rápidamente a Sudáfrica para celebrar su organización benéfica, Sentebale, que apoya a niños y adolescentes que luchan contra el diagnóstico de VIH y SIDA.
Durante su viaje, Harry se reunió con el Príncipe de Lesotho, quien cofundó la organización benéfica con él, y pronunció un apasionado discurso alrededor de una hoguera.
Destacó el trabajo fundamental que realiza Sentebale, destacando su impacto en las vidas de los jóvenes y la importancia de brindar apoyo a quienes lo necesitan.
