OpenAI, el fabricante de ChatGPT, ha recaudado 6.600 millones de dólares en su última ronda de financiación, mientras los inversores, incluido su primer patrocinador, Microsoft, siguen apostando fuerte por la inteligencia artificial (IA).
El acuerdo dio a la empresa de tecnología un valor de 157.000 millones de dólares (118.000 millones de libras esterlinas), similar al del banco de inversión Goldman Sachs y más que el de la mayoría de las empresas más grandes de Estados Unidos, convirtiéndola en una de las empresas emergentes más valiosas del mundo.
OpenAI dijo que el dinero le permitiría mantenerse a la vanguardia de la investigación de IA.
La afluencia se produce en un momento en que la empresa ha estado en el centro de atención, en parte por el drama del liderazgo interno y el debate sobre su estatus futuro.
Se dice que el director ejecutivo, Sam Altman, está reestructurando la empresa para convertirla en una entidad con fines de lucro, despojándola de su junta directiva sin fines de lucro.
Si bien la transformación de la empresa ha ayudado a atraer inversores, ha alejado a algunos miembros de su personal y a sus críticos.
Esos críticos incluyen al cofundador de OpenAI, Elon Musk, quien dejó la empresa en 2018. dicho la empresa ha abandonado su misión fundacional de desarrollar IA en beneficio de la humanidad.
A OpenAI se le atribuye ampliamente el mérito de haber ayudado a incorporar las herramientas de inteligencia artificial a la corriente principal y haber provocado una oleada de inversiones e interés más amplios en el sector.
“La nueva financiación nos permitirá duplicar nuestro liderazgo en la investigación de vanguardia en IA, aumentar la capacidad informática y continuar creando herramientas que ayuden a las personas a resolver problemas difíciles”, dijo OpenAI.
Los financiadores de la última ronda incluyeron la firma de inversión Thrive Capital, el conglomerado tecnológico japonés SoftBank, el gigante estadounidense de chips Nvidia y Microsoft, que ya tiene una gran participación en la empresa.
Si bien la valoración anunciada el miércoles parecía alta según los estándares normales, “estos no son tiempos normales”, dijo Karl Freund, analista principal de Cambrian AI Research.
“A menos que la IA sea de alguna manera un fracaso, lo cual no puedo imaginar, OpenAI será una fuerza poderosa a tener en cuenta”.
OpenAI dijo que tiene 250 millones de usuarios activos semanales, así como un millón de clientes comerciales de pago.
La empresa está en camino de generar 3.600 millones de dólares en ingresos. Pero las pérdidas proyectadas de más de 5.000 millones de dólares superarán los ingresos, según Reuters.
La presión para lanzar rápidamente nuevas versiones de su exitoso chatbot también ha tensado las relaciones entre los equipos de investigación y seguridad de OpenAI y el personal centrado en monetizar los productos de la compañía, según informes.
OpenAI ha visto un éxodo de ejecutivos clave en el año desde que Altman fue destituido brevemente como su principal ejecutivo en noviembre, con salidas que incluyen al ex científico jefe Ilya Sutskever.
La semana pasada, Mira Murati, directora de tecnología de la compañía desde hace mucho tiempo, renunció y dijo en un comunicado que había “tomado la difícil decisión de irse” después de mucha reflexión.
Dos importantes investigadores de OpenAI también anunciaron su salida el mismo día que Murati.